Introducción y sus comienzos con la música
Si hoy en día vivo por y para la música he de decir que en gran parte es gracias a mi hermana. Mientras que a mí nunca me atrajo especialmente la idea de tocar un instrumento, ella deseaba desde muy pequeña tocar el piano y entró en el Conservatorio. La razón por la que decidí meterme en esta experiencia fue simplemente que no quería esperarla en el vestíbulo a que ella saliera de clase, y me apunte a música para no tener que esperar, ¡que me esperasen a mí! Ni siquiera sabía que instrumento tocar, por inercia quería guitarra o violín, pero entonces vino el profesor de flauta a mostrarnos su instrumento y me enamoré, ya no quería tocar otra cosa “o flauta o nada”.
Tras acabar mis estudios de Grado Medio en Alcalá de Henares, me Diplome en Fisioterapia en la Universidad de Alcalá, parecía no estar muy relacionado con la música y en aquel momento lo veía así, pero he de decir que hoy en día los conocimientos que adquirí con estos estudios me resultan de gran utilidad en mi vida profesional, tanto tocando como impartiendo clases. Al terminar mis estudios universitarios me marché a Salamanca a estudiar Grado Superior y de ahí me trasladé a Badajoz a terminar mi carrera con el profesor Juan José Hernández.
Después de “taitantos” años, para mí la flauta es tan maravillosa como la vi el día en que nos la mostró mi primer profesor Antonio Pérez, e incluso más, es como mi tercer brazo. He tenido la suerte de colaborar mientras estudiaba y a posteriori en proyectos de Orquestas, agrupaciones camerísticas, bandas y en escuelas dando clase, así como complementar mi formación con importantes flautistas.
Cómo empezó la relación con Musicaeduca – Juventudes Musicales
Recuerdo la primera clase de flauta que impartí. Yo tenía 18 años, y tanto esa clase como las clases sucesivas durante un tiempo me resultaron dificilísimas, frustrantes e incluso desagradecidas. Poco a poco con mis estudios fui adquiriendo cada vez más habilidades técnicas con mi instrumento, lo que me permitía ayudar mejor a mis alumnos, y por otro lado el desarrollo de la empatía, la paciencia y la comprensión me hizo ver que dar clase “molaba”. Conseguir que los chicos consiguieran sus objetivos (¡y los míos!) y sobre todo que se sintieran felices con lo que hacían me abrió los ojos y me dí cuenta que la docencia probablemente fuera mi camino, porque encima ¡la que aprendía era yo!
En Febrero de 2009 comencé a trabajar en Musicaeduca. Tenía poquitas clases y no eran de mi especialidad, pero gracias a la confianza y al apoyo de Eva comencé a desarrollar un proyecto que a día de hoy es Mi Flauta. Esto me ha ayudado a formar en la Escuela un Aula de Flauta de la que me siento bastante satisfecha, no sólo por lo numerosa que es, sino por la calidad e implicación de los alumnos, y por su continuidad, que aunque me hagan sentirme mayor, me agrada mucho seguir dando clase a algunas de las alumnas que comenzaron con este proyecto.
Otro proyecto en el que también colaboro es en la Orquesta de Flautas de la Escuela, dirigida por mi compañera y amiga Elena Pérez.