15 DE MARZO – CONCIERTO MÚSICA DE CAPILLA – TRÍO DE CAPILLA DE LA BANDA DE PALIO (flauta, clarinete, fagot)

TrioCapillaHospitalillo_2

Conciertos en colaboración con la Fundación de Antezana

La Música de Capilla dentro de la música procesional que se encarga de dar melodía a “Los Sonidos del Silencio” con su honda religiosidad por su carácter austero y de recogimiento engrandeciendo así la riqueza de la música procesional.

Obras. Vía Crucis de Dolores Navas,  Trío de la marcha Magna de Alcalá de J.J Espinosa de los Monteros,  Saetas del Silencio y Motetes.

Viernes 15 de marzo, 20:00

Capilla del Hospital de Antezana

Trío de capilla de la Banda de Palio (flauta, clarinete, fagot)

Entrada 5€ (En secretaría de JM, Hospital de Antezana o en Giglón)

PROGRAMA

Magna de AlcaláEspinosa de los Monteros
Vía CrucisNavas Valverde
1. Jesús es condenado a muerte
2. Jesús carga la cruz
3. Jesús cae por primera vez
4. Jesús encuentra a su madre María
5. Jesús es ayudado por Simón a llevar la cruz
6. Verónica limpia el rostro de Jesús
7. Jesús cae por segunda vez
8. Jesús encuentra a las mujeres de Jerusalén
9. Jesús cae por tercera vez
10. Jesús es despojado de sus vestiduras
11. Jesús es clavado en la cruz
12. Jesús en la cruz, su madre y el discípulo
13. Jesús muere en la cruz
14. Jesús es sepultado
15. Jesús resucita de entre los muertos
8 Saetas del SilencioAnónimo
*****
Cinco piezas en tríoIbert
Jesús ante CaifásManzanero Osuna
María al pie de la CruzHernández Bellido
Danza EspañolaKuo

VÍA CRUCIS

Primera Estación: Jesús es condenado a muerte.

Evangelio según San Mateo 27, 22-23.26

«Díceles Pilato: «Y ¿Qué voy a hacer con Jesús, el llamado el Cristo?» Dicen todos: «¡Sea crucificado! «Pero ¿Qué mal ha hecho?» preguntó Pilato. Más ellos seguían gritando con más fuerza: «Sea crucificado». «…Entonces les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarle, se lo entrego para que fuera crucificado».

Segunda Estación: Jesús carga con la Cruz

Evangelio según San Mateo 27, 27-31

«Entonces los soldados del procurador llevaron consigo a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de él a toda la cohorte. Le desnudaron y le echaron encima un manto de púrpura; y , trenzando una corona de espinas, se la pusieron sobre su cabeza, y en su mano derecha una caña; y doblando la rodilla delante de él, le hacían burla diciendo: «¡Salve, Rey de los judíos!», y después de escupirle, cogieron la caña y le golpeaban en la cabeza. Cuando se hubieron burlado de él, le quitaron el manto, le pusieron sus ropas y le llevaron a crucificarle.»

Tercera Estación: Jesús cae por primera vez

Libro del profeta Isaías 53, 4-6

«¡Y de hecho cargó con nuestros males y soportó todas nuestras dolencias! Nosotros le tuvimos por azotado, herido por Dios y humillado. Más fue herido por nuestras faltas, molido por nuestras culpas. Soportó el castigo que nos regenera, y fuimos curados con sus heridas. Todos errábamos como ovejas, cada uno marchaba por su camino, y Yahvé descargó sobre él la culpa de todos nosotros.»

Cuarta Estación: Jesús encuentra a María, su Santísima Madre

Evangelio según San Lucas 2, 34-35.51

«Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Éste está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y como signo de contradicción. ¡Y a ti misma una espada te atravesará el alma! a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.»…Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón.»

Quinta Estación: Simón ayuda a llevar la Cruz de Jesús

Evangelio según San Mateo 27, 32; 16, 24

«Al salir, encontraron a un hombre de Cirene llamado Simón, y le obligaron a llevar su cruz.» «Entonces dijo Jesús a sus discípulos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.»

Sexta Estación: La Verónica enjuga el rostro de Jesús

Libro del profeta Isaías 53, 2-3

«Creció ante él como un retoño, como raíz en tierra reseca. No tenia apariencia ni presencia; (le vimos) y carecía de aspecto que pudiésemos estimar».

Sétima Estación: Jesús cae por segunda vez

Libro de las Lamentaciones 3, 1-2.9.16

«Soy el hombre que ha visto la aflicción bajo el látigo de su furor. Me ha llevado y me ha hecho caminar en tinieblas y sin luz. Ha cercado mi camino con sillares, ha torcido mis senderos. Ha quebrado mis dientes con guijarros, me ha revolcado en la ceniza».

Octava Estación: Jesús consuela a las hijas de Jerusalén

Evangelio según San Lucas 23, 28-31

«Jesús se volvió a ellas y les dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos. Porqué llegarán días en que se dirá:¡Dichosas las estériles, las entrañas que no engendraron y los pechos que no criaron!. Entonces se pondrán a decir a los montes: ¡Caed sobre nosotros! Y a las colinas: ¡Sepultadnos! Porque si en el leño verde hacen esto, en el seco ¿Qué se hará?».

Novena Estación: Jesús cae por tercera vez

Libro de las Lamentaciones 3, 27-32

«Bueno es para el hombre soportar el yugo desde su mocedad. Que se esté solo y silencioso, cuando el Señor se lo impone; que humille su boca en el polvo: quizá así quede esperanza; que ponga la mejilla a quien lo hiere, que se harte de oprobios. Porque no desecha para siempre a los humanos el Señor; después de afligir se apiada según su inmenso amor…»

Décima Estación: Jesús es despojado de sus vestiduras

Lectura del Evangelio según San Mateo 27, 33 -36

«Llegados a un lugar llamado Gólgota, esto es, «Calvario», le dieron a beber vino mezclado con hiel; pero él después de probarlo, no quiso beberlo. Una vez que le crucificaron, se repartieron sus vestidos, echando a suertes. Y se quedaron sentados allí para custodiarle.»

Undécima Estación: Jesús es clavado en la Cruz

Evangelio según San Mateo 27, 37-38

«Sobre su cabeza pusieron, por escrito, la causa de su condena: «Este es Jesús, el rey de los judíos». Y al mimo tiempo que a él crucifican a dos salteadores, uno a la derecha y otro a la izquierda.»

Duodécima Estación: Jesús muere en la Cruz

Evangelio según San Mateo 27, 45-50

«Desde la hora sexta hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona. Y alrededor de la hora nona clamó Jesús con fuerte voz: «¡Elí, Elí! ¿lemá sabactaní?», esto es: «Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has abandonado?. Al oírlo algunos de los que estaban allí decían: A Elías llama éste». Y enseguida uno de ellos fue corriendo a tomar una esponja, la empapó en vinagre y, sujetándola a una caña, le ofrecía de beber. Pero los otros dijeron: «Deja, vamos a ver si viene Elías a salvarle». Pero Jesús. dando de nuevo un fuerte grito, exhaló el espíritu.»

Decimotercera Estación: Jesús en brazos de su Madre

Evangelio según San Juan 19, 25

«Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Clopás, y María Magdalena.»

Decimocuarta Estación: Jesús es sepultado

Evangelio según San Mateo 27, 59-61

«José tomó el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia y lo puso en un sepulcro nuevo que había hecho excavar en la roca; luego, hizo rodar una gran piedra hasta la entrada del sepulcro y se fue.»

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